Las hidrolimpiadoras
Las hidrolimpiadoras, son máquinas que aumentan la presión del agua que cogen de la red de 3 ó 4 bares para proyectarla contra la superficie a limpiar con presiones que pueden superar las 200 bares dependiendo del modelo; para proyectar el agua sobre la superficie a limpiar lo hacen a través de un lanza a la que se le acoplan diferentes tipos de boquillas y cepillos para poder tratar los distintos tipos de superficies, la presión de salida del agua también se puede regular para evitar dañar las superficies más delicadas.
Existen en el mercado varias clases de máquinas limpiadoras, entre las de tipo industrial podemos diferenciar tres clases:
– Hidrolimpiadoras de agua fría, son eléctricas y las más básicas de las tres, tienen una presión de salida de agua más de 120 bares.
– Hidrolimpiadoras de agua caliente, son eléctricas y llevan un quemador de gasóleo para el calentamiento del agua, su presión es la misma que la de agua fría, pero al proyectar agua caliente su poder de limpieza aumenta considerablemente y a la vez desinfecta.
– Hidrolimpiadoras de gasolina o gasóleo, este tipo de hidrolilmpiadora es el que más presión produce puede llegar hasta los 220 bares, por presión son las que más capacidad de limpieza tienen, pero no son aptas para locales cerrados por que emiten CO2 durante su funcionamiento.
Las hidrolimpiadoras son máquinas son especialmente adecuadas para la limpieza de fachadas, paredes, suelos, monumentos, etc, son especialmente útiles para la limpieza de superficies porosas con suciedades poco adheridas, aunque también se pueden limpiar diferentes tipos de suciedad adherida, utilizando para ello productos químicos en disolución que ayudan a disolver dicha suciedad.
Los parámetros que influyen en el resultado de la limpieza con hidrolimpiadoras son:
– Presión del agua, a mayor presión, mayor poder de limpieza, pero hay que tener en cuenta que un exceso de presión puede dañar superficies delicadas, motivo por el cual en ocasiones es preciso reducir la presión y a la vez aumentar la distancia desde la que se trabaja.
– Temperatura, aparte de potenciar el poder de limpieza del agua, potencia la acción de los productos químicos que esta puede llevar en disolución para la eliminación del los distintos tipos de suciedad.
A la hora de utilizar la hidrolimpiadora, hay que tener en cuenta las características de la superficie a limpiar y el tipo de suciedad, para utilizar la presión adecuada, el producto adecuado al tipo de suciedad y la superficie a tratar, de esta forma se conseguirá una limpieza rápida y eficaz, a la vez que evitaremos el deterioro del la superficie a limpiar.
