Recuperación de suelos de mármol y Terrazo deteriorados
Los suelos de mármol y terrazo cuando están en perfectas condiciones al vitrificarlos quedan como un espejo, pero cuando están deteriorados por desgaste, rayas, manchas etc. al vitrificarlos solamente se consigue un brillo apagado que en ocasiones llega a ser prácticamente inapreciable cuando miramos la zona que estamos pisando. Cuando el suelo llega a este estado de deterioro, existen dos procedimientos para recuperarlo y que vuelva a estar como en sus mejores tiempos, estos procedimientos son el pulido y el abrillantado y básicamente los dos consisten en lo mismo, rebajar la parte superior del suelo desgastándolo hasta eliminar la capa deteriorada y dejarlo con la textura adecuada para poder hacer un buen vitrificado.
El pulido de suelos se realiza con la máquina pulidora a la que se le acoplan unas piezas abrasivas de distinto grano, utilizando las piezas de grano más grueso cuando necesitamos más poder abrasivo y las de grano más fino para el acabado final antes de comenzar el vitrificado. El proceso de pulido requiere del uso de varias piezas de distinto grano pasando de los granos más gruesos a los más finos, el número de piezas de distinto grano a utilizar dependerá del estado de deterioro del suelo. Al utilizar la máquina pulidora el suelo deberá estar con agua para lubricar el suelo y evitar deteriorarlo y cuando ésta comienza a convertirse en barro hay que ir retirándola, la máquina se utiliza dando pasadas paralelas de un lado a otro y después otras pasadas cruzadas, es de vital importancia mantener el orden en las pasadas , de tal forma que el desgaste del suelo sea uniforme para evitar que en unas partes se rebaje más que en otras y se creen desniveles que una vez vitrificado se verán mucho más.
El diamantado de suelos es adecuado cuando el deterioro es más superficial, se realiza con la misma máquina rotativa que se usa para vitrificar, a la que se le acopla un plato con unas piezas de velcro a los que se adhieren unas placas diamantadas que pueden ser de distinto grano, siendo las de grano más grueso las que más abrasivas. En el proceso de diamantado se utilizan placas diamantadas de distinto grano pasando de forma sucesiva de los granos más gruesos a los más finos hasta conseguir la textura adecuada del suelo para poder hacer un buen vitrificado. Al diamantar al igual que con la máquina de pulir es necesario que el suelo tenga agua para lubricarlo y evitar deterioros del mismo y el sistema de trabajo también es el mismo que con la máquina de pulir dando unas pasadas paralelas y cruzadas de forma que el que se trabaje toda la superficie por igual evitando desgastar unas partes más que otras.
